Volver Volver

La volatilidad como oportunidad

La guerra en Ucrania ha generado una lógica ansiedad en los mercados, incremento de la volatilidad y caída en las valoraciones.

Invertir en los mercados financieros requiere de un gran control emocional. A corto plazo, los mercados oscilan movidos por emociones poderosas como la euforia o el temor, provocando ansiedad entre los inversores. Unos bandazos en los precios que pueden ser de distinto signo: caídas por un incremento en la incertidumbre, al desconocer que va a pasar, o incluso miedo como durante muchos momentos durante la pandemia o ante la invasión rusa de Ucrania; o subidas exageradas alimentadas por unas expectativas desmedidas y la conocida dinámica de invertir siguiendo al rebaño simplemente por aquello de no “perdernos la fiesta” (“Fear Of Missing Out”).

En ambos casos, se comete el error de olvidar que detrás de cada acción hay un negocio cuyos fundamentales no se evaporan, ni tampoco cambian de forma drástica de la noche a la mañana. Al olvidar esto, -algo que no es infrecuente en Wall Street-, muchos inversores olvidan el valor de los activos empujando los precios, ya sea arriba o hacia abajo, hacia niveles muy alejados de la racionalidad. Una volatilidad que acentúa la ansiedad en los mercados, pero que también supone una ventana de oportunidad.

Una parte de los inversores actúa movido por la atractiva (y falaz) idea de enriquecerse rápido, buscando ganancias a corto. Un comportamiento que hace que muchas veces los inversores compren impulsados por la subida en los precios, pero sin saber qué compran y porqué. Una dinámica que se revierte en momentos de caídas, donde las ventas se acentúan por este mismo desconocimiento de los activos que se tiene en cartera. Una diferencia con el inversor a largo plazo, que justamente le caracteriza el buen conocimiento de los negocios en los que invierte, y las valoraciones a las qué invierte.

La guerra en Ucrania ha generado una lógica ansiedad en los mercados, incremento de la volatilidad y caída en las valoraciones. Para el inversor largo plazo, lo relevante es preguntarse por los efectos de dicha crisis sobre los fundamentales del negocio. Un análisis que podemos abordar en tres planos diferenciados: (1) exposición directa a nivel de ventas y operaciones que pueda tener una compañía en la región en conflicto; (2) impacto inflación materias primas (principalmente hidrocarburos, maíz, trigo); (3) finalmente, el impacto de segundo orden de este shock de oferta sobre la cuenta de resultados de las compañías.

El estilo de inversión de EDM esta centrado únicamente en empresas de calidad: negocios con beneficios estables y predecibles, poco dependientes del ciclo económico, con un balance sólido, y fuerte generación de caja. Este hecho hace que el impacto real del conflicto sobre los fundamentales sea relativamente limitado.

En primer lugar, ninguna de las compañías en cartera tiene su sede o una parte principal de sus operaciones en Rusia o Ucrania. Las empresas en las que invertimos tienen poca exposición a estos países siendo Inditex la que tiene un porcentaje mayor de ventas que roza el 5%. Para el resto de las compañías con exposición a Rusia, las ventas no superan el 2-3% sobre el total. EDM tampoco tiene una exposición directa a materias primas, precisamente por tener beneficios cíclicos y generalmente dependientes de factores exógenos, aunque en este caso concreto la crisis sin duda se traducirá en una aceleración puntual de los beneficios en el presente ejercicio. Por último, cabe preguntarse sobre el impacto que este shock de oferta en el ámbito de la energía y las materias primas puede tener sobre el conjunto de las empresas.


En este sentido, y de nuevo debido al sesgo hacia la calidad de nuestro estilo de inversión, el impacto de estas subidas, con especial afectación en los sectores industriales, es muy limitada: muy bajo en la cartera americana, y en torno al 10% y 15% respectivamente en la cartera europea y española.

Con todo, debido a la elevada calidad de estos activos, –empresas globales, con una posición de dominio en respectivos segmentos, poca deuda, y cierto poder de fijación de precios–, son compañías que cuentan con herramientas para absorber este shock de oferta sin que se vea afectada su solvencia a largo plazo. Esto hace que el momento actual suponga una atractiva ventana para invertir para cualquier ahorrador a largo plazo.



Ricardo Vidal,
socio y director de Inversiones

Flash de Opinión | Mayo 2024

Preocupación por la inflación en EE.UU. y modesto crecimiento en Europa. Ajustes en los mercados debido a la incertidumbre de la política monetaria. Estrategias de inversión enfocadas en mantener la calidad, ajustar duración en renta fija y diversificar carteras sin cambios inmediatos.

EDM Ahorro: buenas perspectivas para la renta fija en 2024

El primer trimestre vio un buen desempeño de los activos de riesgo debido a perspectivas de crecimiento y posibles reducciones de tasas. EDM Ahorro ajustó su cartera, disminuyendo la deuda soberana y aumentando el crédito corporativo.