Invertir en mercados financieros tiene grandes similitudes con nuestra vida cotidiana, ambos escenarios están expuestos a un entorno cambiante, con muchas situaciones de incertidumbre y momentos donde hemos de intentar tomar las mejores decisiones con la información que disponemos.
También podemos ver que igual que en la vida pasa con las modas (todo vuelve), los ciclos económicos en los mercados financieros siempre se repiten. La parte negativa de ambos casos es que no sabemos cuánto tiempo pueden durar, por lo que podemos pensar que estamos en un mercado alcista y realmente estar en un proceso recesivo; quedándose así nuestra inversión anticuada.
En estos últimos años, nos ha tocado vivir momentos de gran inestabilidad e incertidumbre tanto en los mercados financieros como en nuestro día a día. En estas situaciones una de las frases que solemos escuchar es que “la vida es una carrera de fondo”. Esto es lo mismo que sucede en los mercados financieros, la planificación y una clara filosofía de inversión a largo plazo son fundamentales para poder salir beneficiado.
Gráfico 1. El gráfico de las “desgracias” de 1989 hasta 2023
En el anterior gráfico, podemos ver la evolución del S&P 500 desde el año 1989 (año donde EDM inició su actividad como gestora de fondos de inversión) hasta octubre de 2023. En ocasiones, el ruido y las emociones en el corto plazo nos hacen pensar que ante una nueva crisis el mundo se va a acabar. Pero si miramos con perspectiva, podemos ver que los mercados financieros se recuperan y acaban generando valor.
Para la gran mayoría de las personas, si escuchan recesión, se imaginan una fuerte caída de la actividad económica, grandes caídas de las cotizaciones y un seguido de hechos que desembocan en una gran crisis financiera. Pero no siempre es así; a modo de ejemplo, hemos de ser conscientes de que durante este año 2023 Alemania entró en recesión técnica, sumó dos trimestres consecutivos con crecimiento del PIB negativo, y aun así cerró el 2023 con una subida, aproximada, del 20 % en el DAX.
En los gráficos siguientes hemos marcado la evolución del S&P 500 en varias situaciones de recesión.
Gráfico 2. S&P 500 durante la guerra de Yom Kippur
Gráfico 3. S&P 500 durante la invasión de Irak y durante la gran crisis financiera del 2008
La gran crisis financiera de 2008, según el Fondo Monetario Internacional, fue el mayor colapso económico y financiero desde la gran depresión de los años 30. Por lo que no podemos decir que fue una recesión normal, aunque sea la que mejor grabada tenemos en nuestras mentes. Sin embargo, en los otros gráficos vistos y en la tabla que mostramos a continuación, vemos cómo evolucionó el S&P 500 en otras recesiones, tanto en el año que sucedieron como en el próximo.
Observamos, dos cosas principalmente, la primera es que el tiempo de recuperación no siempre es el mismo, normalmente es más reducido y la segunda, son las rentabilidades, el mismo año de recesión en muchas ocasiones ha sido favorable y el año siguiente un 77% de las ocasiones ha sido positivo, siendo la gran crisis financiera de 2008, no la norma, sino la excepción.
A modo de síntesis, una frase atribuida a Warren Buffett resumiría bastante bien el hecho de invertir sin una filosofía clara de inversión y dejarse llevar por el ruido del corto plazo, diciendo: “La Bolsa es un mecanismo por el cual se transfiere dinero del impaciente al paciente”.
No sabemos si durante este 2024 vamos a vivir una recesión, pero lo que sí que tenemos claro es que el mundo continúa y que debemos seguir adaptándonos al mercado. Después de un año de grandes bajadas como el 2022, era difícil pensar en una rápida recuperación. Pero una vez más, la inversión en compañías de alta calidad con un horizonte a largo plazo nos vuelve a dar la razón y nos ha permitido obtener unos muy buenos rendimientos este 2023.
Conozca, en detalle, los buenos rendimientos de nuestros fondos este 2023 en la Carta de la Presidenta 4T 2023.
Alejandro Cárdenas,
Gestor patrimonial
