Volver Volver

Aprender de los errores, Michael Batnik

Invertir con éxito es tan complejo que hasta los mejores inversores cometen errores.

Invertir es una empresa tremendamente compleja y exigente. Por un lado, requiere desarrollar el arte de saber elegir buenos negocios, identificar equipos directivos honestos al frente de activos con la capacidad de generar beneficios crecientes. Tarea para nada sencilla. A este elemento, hay que añadir un temperamento calmado, capaz de resistirse a la avaricia en momentos de euforia, y al mismo tiempo pausado y optimista en momentos de capitulación. Algo todavía más difícil si cabe, si tenemos en cuenta lo contagioso de los sentimientos y miedos, que generan poderosos comportamientos de manada. Invertir con éxito es tan complejo que hasta los mejores inversores cometen numerosos errores. En el interesante libro Big Mistakes, el periodista experto en temas de bolsa Michael Batnik, repasa algunos de los errores más relevantes de algunos de los inversores más famosos y exitosos de la historia: desde Warren Buffett, a Druckenmiller, o Bill Ackman, Keynes o el escritor Mark Twain.

Se trata de un texto tremendamente ilustrativo y divertido, que de manera amena constituye un poderoso recordatorio para cualquier inversor de las muchas tentaciones a las que tiene que enfrentarse un inversor en la trabajosa empresa de hacer crecer el patrimonio financiero. Uno de los capítulos curiosamente más ilustrativos es el que versa sobre Mark Twain, que desarrollo una intensa carrera como inversor con escasísimo éxito lo que le sirvió para dejar un perenne legado de frases sobre el dinero que llega a nuestros días. Suya es la frase, por ejemplo, "De que una mina es un agujero con un mentiroso al lado" (entre muchas otras, como que “Un banquero es alguien que te presta un paraguas cuando no llueve, y te lo reclama cuando empieza a llover"), precisamente por las enormes cantidades de dinero que perdió en este sector. Twain perdió mucho dinero por seguir las modas, como le sucedió con la fiebre del ferrocarril, cuando el parqué estaba inundado de papel de este sector y había poca visibilidad de qué compañías iban a tener éxito, comprando acciones de Oregon Transcontinental Railway a 78$ y vendiendo a 12$. Tras lo cual dijo no querer saber más acciones. Poco después le pasó por delante la oportunidad de invertir en la empresa de Graham Bell en fase "early stage" dejando pasar la posibilidad de amasar una fortuna mucho mayor que la de sus libros. 

Curiosa es también la historia del inversor John Meriwever, donde también sale la historia de Isaac Newton, del que sabemos ha sido una de las personas más inteligentes que ha transitado por el planeta, y que sin embargo perdió su fortuna en la orgía especulativa de la Compañía de los Mares del Sur. Invertir con éxito no va tanto de tener un IQ muy desarrollado, sino de tener un temperamento adecuado. Algo que no es nada sencillo de desarrollar ni de aplicar de manera consistente. Warren Buffett, del que se podría decir es el mejor inversor del mundo, con un dominio de sus emociones y conocimiento de sí mismo admirable, tampoco ha sido inmune a cometer grandes errores. En 1990, Berkshire Hathaway, su brazo inversor, tomo un 12% de la compañía área US Air por 358 millones a través de acciones preferentes de alto dividendo. Tan solo unos años más tarde, las acciones dejaron de pagar dividendo y acabaron a un valor de mercado de tan solo 86 millones, un deterioro en el valor del 76%. No sería la única vez que Buffett perdería dinero en el sector de las aerolíneas. Por magnitud, uno de sus mayores errores fue el fabricante de zapatos Dexter Shoes en 1993. Se trataba de un negocio que Buffett y su socio Munger ya conocían, tan solo dos años antes habían ganado mucho dinero con otra empresa del sector H.H. Brown, lo que a la postre les hizo incurrir en el error de sobre confianza. En 1994, la compañía ya empezó a reportar problemas: la fabricación de fuera de EE UU estaba suponiendo una competencia letal para antiguamente rentables como Dexter Shoes. Para el año 2000, prácticamente se había provisionado todo el importe de la inversión. Buffett no es el único que ha caído en uno de los errores más típicos de buenos inversores, como es fiarse en algún momento en exceso de sus propias capacidades.

Invertir con éxito en el largo plazo es complejo y difícil, y requiere de un temperamento muy particular. Suele decirse que nadie aprende en cabeza ajena, no hay mejor maestro que la experiencia. Con todo, el didáctico libro de Batnik constituye un recordatorio de enorme valor tanto para inversores particulares como profesionales y que permite tomar conciencia de las muchas trampas y obstáculos a los que uno se enfrenta en tan ambiciosa empresa. 

 

EDM Ahorro: buenas perspectivas para la renta fija en 2024

El primer trimestre vio un buen desempeño de los activos de riesgo debido a perspectivas de crecimiento y posibles reducciones de tasas. EDM Ahorro ajustó su cartera, disminuyendo la deuda soberana y aumentando el crédito corporativo.

La inversión en megatendencias y la buena selección

Invertir en megatendencias es clave para la estabilidad y el crecimiento a largo plazo en un mercado volátil. Seleccionamos cuidadosamente compañías líderes en sectores de alto crecimiento, como la tecnología y la salud.